Son muchas las sensaciones y emociones que nos genera un chequeo.
Todo inicia con la ansiedad precompetitiva con sensaciones de incertidumbre sobre el resultado.
Una vez nos dan la salida empezamos realmente a disfrutar. Es transportarnos a nuestra niñez y sentir el placer que sentíamos al correr, al jugar. Ahora adultos, corremos para superar nuestras marcas, completar una distancia o simplemente correr.
La deuda de oxígeno aparece, la respiración cuesta, nuestros músculos sienten el rigor de la intensidad, pero para eso entrenamos para mantener la comodidad en medio de la incomodidad.
Pero lo mejor, como corredores es llegar a la meta y sentir que fuimos capaces. Que logremos o no nuestra marca dimos nuestro mejor esfuerzo de día.
Ahora como entrenador, quizás uno de los momentos más placenteros en nuestro trabajo es ver llegar a nuestros corredores cruzar la meta, sin importar lo cansados que lleguen, son felices, ver lágrimas, abrazos, y sonrisas muchísimas sonrisas ese día, creo que ese día es el que mas ve uno sonreír a sus deportistas, por que esa felicidad es lo que genera no solo un dato numérico que es una marca, sino todos los otros aspectos ocultos a la vista como lo son la superación personal, autoaceptación, incremento de la autoestima, confianza y seguridad en si mismo, el llegar sacando pecho como si fuera una marca mundial sin importar lo lejos que esta de ella. Ver el compañerismo de quienes no pudieron correr este día, pero madrugaron para alentar a sus compañeros para alcanzar sus metas. Ver que son felices con la felicidad de sus compañeros.
Eso realmente es la esencia de correr. Algunos se reirán o burlaran de ti al verte celebrar afirmando que están lejos de la elite mundial, otros te preguntan que por que celebras si no llegaste de primero en la carrera, otros te dirán que no podrás. Simplemente no dejes que las personas con mentes limitadas limiten tus sueños ya que podrás alcanzar lo que te propongas.
Realmente #orgullosamentecolrunners